El concepto de adolescencia proviene del latín “adolescere” que significa crecer. En este sentido, la adolescencia es la edad del cambio, pues crecer implica siempre cambiar.
Las transformaciones inherentes a dicha metamorfosis se realizan en múltiples esferas, y el individuo al final de la adolescencia -cuando las condiciones interiores y del entorno son suficientemente buenas- puede acceder a una identidad estable y a unas relaciones afianzadas y diferenciadas consigo mismo y con los demás.
La adolescencia es un largo periodo de transición en el que el individuo alcanza el funcionamiento adulto de la personalidad.
Es un periodo crítico de desarrollo que conlleva grandes cambios físicos, psicológicos y emocionales. Estos cambios se ven reflejados en la conducta en el ámbito familiar, escolar y social. La manifestación de este comportamiento suele ser normal, sin embargo, hay situaciones en las que se requiere apoyo y asesoría psicológica.
Durante el tránsito de este proceso adolescente, tanto los padres como los hijos, enfrentan un sin fin de desafíos y problemáticas. Desorientación, enojo, malos entendido, nervios, angustia y preocupación. Es por ello que tanto los padres, como el adolescente, lleguen a requerir el apoyo y orientación psicoterapéutica.
Es importante mencionar que los adolescentes, no suelen buscar ayuda por sí mismos y en muchas ocasiones no están siquiera conscientes de su sufrimiento. Son los padres, quienes al observar el estado emocional y conductual de su hijo, lo llevan a consulta psicoterapéutica.
Las dificultades que los adolescentes enfrentan son muy variadas, por lo que requieren de una intervención psicoterapéutica eficaz que se adapte a sus características y ayude a la solución de sus problemas.
Los adolescentes tienen metas y objetivos que cumplir durante este proceso tales como adaptación y representación a su nueva imagen corporal, definición de una identidad, integración a un grupo social, y definición de una identidad sexual. Es por ello de suma importancia para el buen desarrollo de su personalidad, el tener un equilibrio emocional y un entorno favorable durante esta época de desarrollo.
Dentro de las dificultades que puede tener un adolescente y en las cuales tenemos experiencia son:
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Problemas en el proceso de desarrollo adolescente: desorientación, rebeldía, apatía, desadaptación.
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Dificultades en las relaciones sociales y familiares: agresión, violencia, aislamiento.
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Experiencia LGBTQ
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Problemas en el estado de ánimo: ansiedad, depresión, estrés.
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Trastornos en la alimentación: obesidad, anorexia, bulimia.
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Fobias, obsesiones e histeria.
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Inseguridad, baja autoestima.